Ayer tuve consulta con Xenia, mi psicóloga. Hacía más de un mes que no nos veíamos, algo que no es habitual, casi ni siquiera en vacaciones. Se avecinan cambios con ella y tengo un poco de miedo, pero sé que todo, como siempre, acabará siendo para bien. Aunque al principio no lo vea. Le hablé de esta newsletter y de que ha salido en 2 de 3 de mis textos, está en el círculo de personas importantes de mi vida, sin duda. También le conté que había decidido volver a escribir. No por trabajo, no por obligación, sino por puro placer, porque
Que obediente eres, Leti! No dejes de escribir, por aquí, estamos deseando leerte. ¡Me encantas!
Nunca dejes de escribir, Leti. Me encanta leerte.